
Descubrir la Laponia Finlandesa
¡Estamos ya casi a finales del mes de diciembre y no puede haber época mejor para conocer Laponia!
Laponia es una región dividida entre 4 países : Noruega, Rusia, Suecia y Finlandia, en este post os hablaré de la Laponia Finlandesa que tuve el placer de conocer durante el reciente Puente de la Inmaculada.
Vamos a ponernos en situación : la Laponia finlandesa tiene unos 180.000 habitantes, 12.000 renos, unos 200 lobos, decenas de elfos y… ¡un Papá Noël! Es la región ideal para todo aquel que desee tranquilidad, bellos paisajes nevados (¡en invierno!) y una maravillosa vuelta a la naturaleza y a la infancia en algunos casos. Nosotros nos alojamos en Levi a unos 150 km de Rovaniemi, la capital de Laponia, es una estación de esquí y se puede acceder a las pistas desde el mismo centro de la ciudad. Es un experiencia esquiar allí porque además de estar abiertas las pistas hasta las 7 de la tarde, uno se desliza por la nieve con luz artificial casi todo el día lo que le confiere un ambiente muy irreal. La calidad de la nieve es también excepcional, una nieve polvo que da la sensación de estar andando encima de azúcar glas. ¡Es que yo todo lo asocio con comida!

Si vais en diciembre como yo, os tocará la época que llaman “Kaamos” unos días donde solo se ve el sol unas pocas horas, un par de horas apenas en el solsticio de Invierno, pero donde los colores del amanecer que se mezclan casi en seguida con los del anochecer adquieren unos tonos realmente mágicos… Y además si como a mi no os gusta madrugar ¡¿no es un sueño ver amanecer a las 10 de la mañana?!
Lo primero que toca al llegar a Laponia es ir a recoger el traje térmico que será muy útil con temperaturas que pueden alcanzar los – 30 grados en los días más fríos del invierno, en nuestro caso no nos podemos quejar porque quitando un día donde el termómetro alcanzo los -18 grados, los otros días nos mantuvimos a unos muy civilizados 7 u 8 grados bajo cero. Lo que hay que recordar para vestirse en un país tan frío es ponerse capas y sobretodo no ponerse ropa interior de algodón porque retiene el sudor que luego se enfría y no hay manera de volver a entrar en calor. Lo más recomendable en cuanto a ropa interior es la lana merino : ¡ es increíble cómo algo tan fino puede mantener tan calentito! No dudéis ni un segundo en invertir en ello aunque os parezcan algo caros para viajar una solo vez que de verdad marcan la diferencia entre estar a gusto o sufrir del frío.
Además del traje térmico nos entregaran también unos calcetines de lana (¡lana otra vez!, manoplas (mantienen mejor el calor que los guantes), un gorro, un casco (para las motos de nieve) y unas botas que hay coger al menos de dos números más que las habituales para poder meter los 3 pares de calcetines recomendados… Cuesta un poco al principio aprender a moverse con tanta ropa encima pero mantiene protegido del frió y es lo principal.
¡Y ahora empezamos el programa de actividades!

Una de las cosas imprescindibles es la conducción de una moto nieve. En cuanto llega el invierno y la altura de nieve lo permite podemos contratar una excursión con moto nieve aunque jamás hayamos conducido una ¡que es el caso de casi todo el mundo! En unos minutos nos explican el manejo del “aparato” y solo es necesario seguir el guía para disfrutar de un maravilloso paseo por bosques nevados y lagos helados. Si la nieve es buena, la moto nieve se desliza casi sin sentirlo y si, como a nosotros, os toca poco espesor de nieve y algo de hielo simplemente se notan más las irregularidades del camino. Y una cosa que puede ayudar a soportar el frío, al menos para el conductor, es que el manillar de la motonieve se calienta con la moto en marcha. ¡Viene muy bien para hacer un recorrido largo cuando la temperatura hivernal está en sus refrescante -30 o 35 grados! Al pasajero solo le toca ponerse 3 pares de guantes para intentar no congelarse la punta de los dedos…

Ya que estamos hablando de “medios de transporte”, también es habitual durante una estancia en Laponia disfrutar de una mañana de Kart sobre hielo. A nosotros nos tocó un día de sol espléndido, cosa no tan fácil de conseguir durante el invierno lapón, y es una actividad realmente muy divertida para disfrutar en grupo ya que se suele acabar con un carrera que siempre estimula mucho a los corredores más entusiastas. Para los menos forofos o durante la espera entre un grupo y otro, suele haber alguna fogata con vistas al circuito donde esperar sentado tomando una reconfortante bebida de bayas muy caliente. Viene a ser una decocción de frutos rojos de todo tipo hervido en agua con algo de azúcar y es estupenda para conservar el calor en medio del invierno lapón.

En cuanto a actividades he dejado para lo último la que más me ha gustado : paseo en trineo de perros. ¡Es una auténtica gozada! Poder disfrutar de los senderos nevados, pasar por lagos helados y zigzaguear entre árboles a los que solo les falta bolas de colores para parecer más navideños es realmente un sueño hecho realidad. El manejo del trineo es muy sencillo, el responsable de la excursión explica en menos de 10 min la técnica que viene a ser : apretar el freno cuando es debido. Una vez en marcha lo perros saben perfectamente lo que tienen que hacer y siguen al trineo-guía sin mayores sustos. Son realmente unos animales entrañables : ¡se vuelven literalmente locos al saber que van a salir a pasear! De hecho la principal actividad del conductor del trineo durante el primer kilómetro es básicamente pisar el freno sin parar para no acabar volando cuál Papá Noël en vez de deslizarse suavemente sobre la nieve como mandan los cánones. A mi es sin duda la actividad que más me gustó, durante el recorrido porque uno se siente más en contacto con la naturaleza que en la moto y después porque estar un rato con los perros mientras están descansando del esfuerzo es un premio estupendo para nosotros y… ¡imagino que para ellos también porque no rehuyen las caricias, más bien lo contrario!

Y para terminar con Laponia he dejado para el final la obligada visita al Pueblo de Santa Claus en Rovaniemi donde todo el mundo cree que vive Papá Noël… pero… ¡no es así exactamente! Según los finlandeses, Papá Noël vive en la colina de Korvatunturi cerca de la frontera norte del país con Rusia, pero Rovaniemi es donde nuestro simpático amigo tiene su lugar de trabajo, la oficina de correos más grande que os podéis imaginar en el Santa Claus Village. Papá Noël recibe allí cartas de todos los lugares del mundo y dedica muchas horas a leerlas para cumplir con todos los deseos de los niños durante la noche del 24 al 25 de diciembre. Durante la visita se puede dar una vuelta en pequeños trineos tirados por renos (aptos sobre todo para niños porque el recorrido es muy, muy cortito…) o también aprovechar para entregar la carta con los últimos deseos navideños a Papá Noël que podremos saludar personalmente en su acogedor salón con chimenea. El Santa Claus Village no tiene en si mucha oferta de ocio, es sobre todo un lugar para ver a Papá Noël, ir a correos para mandar postales a los familiares y amigos que no han podido hacer el viaje y cruzar el Círculo Polar que viene señalizado con una ancha línea blanca en el suelo. ¡Tranquilos que si no se puede ver por la nieve una fila de postes se encarga de recordarnos donde está para que lo podamos cruzar con los 5 sentidos!

Y por supuesto, lo más emocionante de la visita es poder saludar al verdadero Papá Noël que a pesar de tener mucho trabajo en estas fechas no duda en saludar a todos los que quieren conocerle. Son unos minutos que saben a poco pero somos muchos y la fila tiene que avanzar. Solo comentaros una cosa que me pareció divertidísima : muchos padres aprovechan la visita para sus hijos abandonen el chupete y se lo entreguen a Papá Noël dando así por terminada su etapa “bebé”. Por eso al salir de la estancia se ve una enorme cesta llena de chupetes y algún biberón de los niños que han decidido ser mayores a partir de ese día. ¡No pude dejar de pensar que se iban a oír lloros en bastantes casas a mitad de noche ese día!
Y ya que estáis en Rovaniemi también os recomendaría dar un paseo por el Museo Artikum. Esta muy bien hecho y tiene muchas zonas interactivas para que los niños puedan disfrutar aprendiendo (¡y los adultos también!) sobre climatología ártica, historia de la zona, costumbres de los pueblos indígenas etc... a mi me gustó mucho sobre todo donde se veía objetos de la vida cotidiana de los samis, como las barcas, trineos, cunas y también ropas tradicionales. Aunque sin duda lo que más me impresiono fue ver un alce disecado ¡pero qué grandes son esos animales!

Levi es una ciudad estupenda para disfrutar del invierno finlandés, todo está a mano : motonieves, trineos de huskies, karts, pistas de esquí y también por supuesto, paseos con raquetas de nieve que no he evocado aquí pero que son también, obviamente, una forma perfecta de conocer los alrededores de la estación. Lo bueno de estar en Levi es por lo tanto que la oferta de ocio es muy buena y la naturaleza está a dos pasos : ¡todo en uno!
Os dejo disfrutar de este post y en el siguiente os comentaré donde ir a comer y a beber en Levi y alrededores, ¡ya sabéis que el buen comer siempre forma parte de mis viajes!