Etiqueta: comer en andorra

Visitar Andorra : pistas de esquí, tiendas y mucho más…

Visitar Andorra : pistas de esquí, tiendas y mucho más…

Iglesia de Sant esteve en Andorra la Vella

Llevaba muchos años sin ir a Andorratuve el placer de pasar un par de días allí la semana pasada y descubrí una ciudad desconocida para mi. Siempre había ido por motivos de compras o para esquiar razón por la cuál no había visitado nunca la parte antigua de la ciudad, de hecho ¡no sabía ni que existiera un casco viejo!

Andorra es sobretodo conocida por sus pistas de esquí y todos los esquiadores conocen las estaciones de Granvalira (con las estaciones de Soldeu, Pas de la Casa, Encamp…), Vallnord (con las Estaciones de Arcalis y Pal-Arinsal)  o las pistas de esquí de fondo de Naturlandia para los amantes de los paseos con raquetas. La calidad de sus pistas y unas infraestructuras completas y muy cómodas para ir desde que uno se calza los esquís por primera vez hasta que uno llega al codiciado grupo de expertos de nieve.

Atardecer en las montañas de Andorra
Atardecer en las montañas de Andorra

Por otro lado, tampoco hace falta dar muchos más detalles del “mayor centro comercial al aire libre” en el que se ha convertido la Avenida Meritxell, tiendas de material electrónico, boutiques de perfumes y una farmacia cada 4 metros componen el paisaje urbano de esta verdadera columna vertebral de Andorra. ¡Todo lo que se puede comprar está en Andorra! En mi caso la unión “estratégica”de Francia y España en esta ciudad me viene estupendamente bien ya que que puedo volver a rellenar la despensa con productos franceses que no encuentro con facilidad en suelo ibérico. ¡En estas fechas navideñas se agradece mucho!

Pero ya os he avisado al principio de este post que yo iba a escribir sobre los rincones de Andorra, esas calles que nos hacen viajar en pocos metros hasta las estrechas calles adoquinadas de un pequeño pueblo del Pirineo haciendo olvidar completamente la parte más moderna y más concurrida de la capital andorrana. Además, para facilitar llegar hasta este pueblo de cuento encaramado en lo más alto de Andorra, existe un sistema muy bien pensado de ascensores que en mi caso me permitía llegar de la calle Prat de la Creu hasta la iglesia Sant Esteve (la que aparece en la foto de portada) sin perder un pulmón en la subida. Porque claro, tenemos que tener en cuenta que estamos en la montaña y que Andorra se ha ido extendiendo hacia abajo por lo que volver a las raíces podría dar algo de pereza pero con esta ayuda ni siquiera si la tarde sale muy fría, da pereza recorrer el barrio antiguo.

Fuente en honor a la Sardana en la plaza del mismo nombre - Andorra la Vella
Fuente en honor a la Sardana en la plaza del mismo nombre – Andorra la Vella

Además de pasear y recorrer el entramado de calles, os recomiendo aprovechar esta escapada para conocer unos sitios donde comer y tomar un vino, una tapa… que realmente merecen la pena. ¡Ya que hemos subido hasta aquí, vamos a reponer fuerzas!

En la placita de San Guillermo podemos empezar tomando una tapa en el bar La alternativa, allí unos camareros simpatiquísimos y políglotas, como todos los empleados de Andorra, nos servirán un picoteo donde brilla por su calidad el Provolone al horno que se prepara con cuatro aderezos especiales de la casa. Tiene una agradable terraza en la plaza de la que puede disfrutar incluso en invierno gracias a un potente sistema de calefacción.

¿Apetece alargar un poquito el momento de ir a cenar? Pues os aconsejo ir a La Birreria ( al lado de la plaza de la Sardana), es a la vez tienda y bar y se pueden saborear nada menos que unas 1.000 referencias de cervezas de todo el mundo. ¡Querrán hacerle la competencia a los bares de Bruselas? Es un sitio con un ambiente muy relajado con advertencias muy divertidas en la puerta y se puede acompañar las cervezas con un picoteo de olivas de varios tipos, banderillas y frutos secos . Eso si, si no os gusta la cerveza no hay otras opciones de bebidas aunque a mi me ofrecieron una cerveza belga con sabor a melocotón de apenas 2,5 grados y casi me convencen…

¡Después de haber preparado el cuerpo, ya podemos ir a cenar! Son pocas calles pero parece mentira la cantidad de sitios donde se puede comer bien en el barrio de Sant Esteve… Voy a hablaros en primer lugar de una hamburguesería, ya sé que no me pega pero lo vais a entender enseguida. Estoy hablando de And Burger Zero, una hamburguesería que solo trabaja con la mejor carne del país y creedme, se nota mucho. Es un local diminuto que han ampliado con una coqueta terraza cubierta lo que permite comer en medio de la calle pero protegido de la intemperie y a veces viendo nevar… Tienen un carta cortita pero siempre la amplían con la hamburguesa del mes siempre muy apetitosa y la relación calidad precio es muy buena. Lo camareros son encantadores, te entregan un formulario para que veas todos los ingredientes de los platos y puedas apuntar tu pedido. Al cabo de escasos minutos llega a tu mesa una suculenta hamburguesa con pan de “verdad” acompañado con ensalada y una patata asada ¡lo ideal para reconciliarse con la comida rápida! Además tienen un punto imprescindible para mi, una carta de postres cortita pero muy apetecible tiramisú, tartaleta de queso, brownie…

ANDORRA TAULA - AND BURGER ZERO
Una hamburguesa de And Burguer Zero en el marco de “Andorra a taula” – Andorra la Vella

Si preferís probar cocina más andorrana, otra buena opción es El Crostó, un pequeño restaurante de 6 o 7 mesas cuyo propietario (un antiguo carnicero) prepara una deliciosa cocina de mercado muy mimada y con los mejores productos. Es un restaurante casi familiar con una decoración sencilla pero acogedora y el jefe de ceremonias Jordi Sala lo es más todavía. No hay carta pero el cocinero, maître, camarero…etc… nos recita todos los platos (¡muchos para un restaurante tan pequeño!) y da todas las explicaciones necesarias : todo está delicioso de los entrantes al postre (la Tarta Tatin recién horneada es indescriptible…). Eso sí, los amantes del vino verán bastante reducidas sus opciones porque solo ofrecen vino blanco, rosado y tinto ¡y punto! Aunque según me dijeron los que lo probaron, no estaba nada mal. Es un joya todavía poco conocida que sin embargo ya aparece como el primer restaurante recomendado en varias guías de restauración.

Si decidís vivir una experiencia más “chic” donde la calidad de la comida se une a disfrutarla en en lugar con una decoración más cuidada y unos platos de cocina andorrana de alto nivel gastronómico os recomiendo dos restaurantes que llevan años compartiendo su talento tanto con turistas como con andorranos de a pie estos serían El Faisá y el Minim´s. El primero, el Restaurante El Faisá,  está situado una casa aislada del resto de la calle por una barrera de madera como si un chalet de montaña hubiese caído en medio de la plaza. Su decoración es rústica, cálida e invita a charlas y sobremesa. La carta ofrece una cocina andorra con toques originales y bastante influencia de cocina francesa ¡la especialidad de la casa es la quiche lorraine! El Restaurante Minim´s también es muy recomendable para una cena de celebración donde lo que se quiere es poder disfrutar de las mejores materias primas con una cocina cuidada donde se privilegia los sabores. Este restaurante sirve muy a menudo los platos más típicos de Andorra como guisos de pato, verduras braseadas, carnes de buey espectaculares simplemente a la brasa etc… Los postres también son deliciosos así que los que tenemos el alma dulce podremos disfrutar de principio a de este establecimiento.

Bueno, creo que con todo lo que hemos comido ¡ya no podemos andar más! Ya continuaremos nuestra ruta cultural en otro post y hablaremos de todos los rincones por descubrir en Andorra la Vella y alrededores.