
Entrevista a César y Esther de Skapalnorte : “La mejor fuente de información es la gente del lugar”
Cuando nos mandaron esta entrevista, César y Esther del blog skapalnorte y skapamerica estaban en pleno viaje por América del Sur, más concretamente en Ecuador con la idea de llegar hasta México habiendo salido desde Ushuaia en Argentina. Estos grandes viajeros cuyas felicidad consiste en coger la mochila y con “furgo” o sin ella, recorrer los caminos del planeta nos cuentan su particular visión de la vida, los viajes y todo lo que se puede aprender de todo el que cruza tu camino… Dejemos que estos expertos en viaje nos guíen .
¿Te consideras viajero o turista? ¿Por qué?
Ambos nos consideramos viajeros, siempre. Da igual la duración del viaje o incluso de que visites o no lugares turísticos. Es más una cuestión de cómo te planteas ese viaje, de cómo te relacionas con el país que visitas. Para nosotros ser viajero significa vivir en el viaje, ser turista significa hacer un paréntesis en tu vida para viajar.
¿Cómo sueles organizar tus viajes? ¿Internet, en destino, a través de blogs …etc.?
Solemos organizarnos sobre la marcha, pero también curioseamos los blogs de otros viajeros para leer otras experiencias y sacar buenas ideas. Además nos gusta llevar una guía del sitio, aunque luego no la miremos siempre. La mejor fuente de información es la gente del lugar.
¿Cuál es el objeto sin el cual no puedes viajar?
César: mi cámara de fotos y una navaja. La cámara porque soy aficionado a la fotografía y en los viajes encuentro infinitos lugares, gentes y situaciones inspiradoras. La navaja por su utilidad, puede ser necesaria en cualquier escapada, ya sea en nuestra furgoneta como en la montaña.
Esther: un cuaderno y un bolígrafo. Me encanta escribir, reflexiones o crónicas. Me gusta leerlas pasado un tiempo y darme cuenta de cómo mis sentimientos han cambiado, o no.
¿Cuál es la anécdota más curiosa que te ha ocurrido en un viaje?
Cuando haces un viaje sin mucha planificación las anécdotas pasan a diario, son gajes de la improvisación. Por ejemplo, cuando estuvimos en Argentina, en El Bolsón, la pareja que llevaba el hostal donde nos alojamos nos propuso quedarnos a cargo de ese hostal durante una semana ¡y nos habíamos conocido unas 6 horas antes! La chica que venía a hacerse cargo del hostal durante sus vacaciones les había dejado plantados y como no querían perdérselas ni hacérselas perder a sus dos hijos, nos lo propusieron a nosotros. Fue una experiencia curiosa y conocimos a gente muy interesante durante esa semana en la que fuimos hosteleros.
¿Has conocido a algún amigo de toda la vida en alguno de tus viajes? ¿Y has coincidido con algún viajero interesante del que no has sabido mucho más una vez terminado el viaje?
Claro que sí, las dos cosas. Hemos conocido a gente con la que hemos tenido mucha afinidad y tratamos de vernos ya terminado el viaje. Muchas de las vivencias viajeras sólo son comprensibles por las personas que las han compartido contigo. Para la familia o amigos son anécdotas divertidas pero para los que las vivimos son mucho más. Realmente pasa con todas las vivencias especiales que se tienen, las personas que las viven contigo en ese momento quedan unidas de alguna manera con tu historia, con tus recuerdos y contigo. Con otros viajeros mantenemos contacto virtual, no dejamos de saber de ellos pero no siguen formando parte de nuestro día a día. Y bueno, hay gente especial que aparece y desparece, y también eso tiene su encanto.
¿Qué tres puntos debe cumplir tu viaje perfecto?
El viaje perfecto… un lugar con buena gastronomía, económico y con una naturaleza hermosa. Aunque luego no importa tanto. Hemos vivido viajes perfectos que no cumplían con esos tres puntos, pero por lo menos con uno de ellos sí. Por ejemplo cuando viajamos 3 meses por Islandia en nuestra furgo. Islandia es un país caro, la gastronomía no es increíble aunque hay platos sabrosos pero igualmente es caro salir a restaurantes. Sin embargo la naturaleza es espectacular, y para nosotros ese viaje fue perfecto. El punto fundamental es tener muchas ganas de pasarlo bien.
¿Cuál es el mejor viaje que has realizado en tu vida? ¿Y el peor?
El mejor es recorrer Latinoamérica de sur a norte sin tiempo ni billete de vuelta. Por lo que estamos viendo y viviendo y por lo que ha supuesto en nuestra vida.
Esther: Es difícil, me cuesta pensar en un mal viaje, pero quizás el que hice a Vietnam hace un par de años ¡Me fui 15 días después de haber sido despedida y en plena mudanza! Ya tenía comprado el billete y a dos amigas esperando para viajar conmigo pero estaba tan estresada que no pude disfrutar todo lo que me hubiera gustado.
¿Cuál es el mejor plato que has probado durante un viaje? ¿Y el peor?
Dejando a un lado la gastronomía nacional que es sencillamente insuperable, elegimos los siguientes platos:
César: el sushi en la ciudad de Osaka, en Japón. Y el ceviche peruano, hecho también con pescado crudo, mucha lima y ají, junto a su leche de tigre, un chupito ácido de caldo de pescado frío, picante y delicioso.
Esther: ¡No puedo elegir un plato solamente! El Bun cha vietnamita me fascinó, trozos de cerdo a la parrilla dentro de una rica sopa de noodles y vegetales. También la riquísima sopa de pescado islandesa, muy espesa y calentita, perfecta para la temperatura ambiente. Y la gastronomía peruana me gusta mucho también, el ceviche, las causas, las papas rellenas… En Perú hay más de 200 tipos de papas distintas y todas tienen un sabor único. A los dos nos encantó la pizza napolitana, las que sirven en esos hornos de mesas corridas en la parte baja de la ciudad. Pizzas enormes con solo un par de ingredientes que los napolitanos y napolitanas degluten en apenas 5 minutos.
¿Cuál es tu próximo proyecto de viaje?
¡Pues nuestro proyecto presente es terminar este viaje! Actualmente estamos en Ecuador, hace casi un año que salimos de Ushuaia, en Argentina, y queremos llegar hasta México. Aunque bueno… tengo familia en Pensacola, Florida, y quizás con la excusa de verles alarguemos un poco más el camino. Viajar engancha tanto… ¡es muy difícil parar!
¿Un libro y un disco que nos recomendarías para viajar?
Os recomendaríamos algún libro de viajes, como “Hacia rutas salvajes” de Jon Krakauer, o “Dersu Uzala” de Vadímir Arséniev, historias de gente que ha decidido que su vida tenga movimiento. En cuanto a los discos… no hay uno concreto. Escuchamos música, claro, pero lo que más agradecemos en los largos viajes de autobús es escuchar algún programa de radio. Nos gustan mucho un programa de viajes, “Levando Anclas” de Radio Euskadi, y otro de cine “Cowboys de Medianoche” de Esradio.
¿Prefieres playa o montaña?
Ambos preferimos la montaña porque tiene muchas más posibilidades; descubrir pequeñas aldeas, recorrer caminos tradicionales, conocer la naturaleza en estado puro, disfrutar de la soledad y el silencio en largas rutas, y beber el agua limpísima de los ríos, recoger setas, y dormir sobre mullidas alfombras de musgo.
Esther: Aunque también tengo que reconocer que la playa me atrae, crecí en Tenerife y no me gusta perder de vista el mar durante mucho tiempo.
¿Cuál es tu playa o costa preferida de España o Portugal para relajarte y olvidarte del estrés?
Por suerte en nuestro país tenemos playas increíbles y muy diferentes que se pueden disfrutar con buen tiempo y también en otoño e invierno. En verano las islas Cíes y las islas de Ons son un paraíso remoto perfecto para relajarse. La playa de las Catedrales de Lugo es majestuosa y la costa vasca es ideal para escaparse y además comer de maravilla.
En Baleares, Menorca tiene de las mejores playas del país. Hay calas escondidas, con aguas brillantes y luz mediterránea, la luz más bonita del planeta. En las Canarias hay muchas playas, más o menos accesibles pero todas preciosas. En el oriente son ventosas y saharianas, de largas extensiones de arena blanca y aguas cristalinas. En el occidente son salvajes, rocosas y de arena volcánica, con un mar espumoso y desafiante. No podemos elegir.
¿Alguna escena imborrable que puedas referir?
Nos quedaríamos con dos escenas difíciles de olvidar, bastante recientes.
En Islandia, la visión de las auroras boreales desde alguno de sus impresionantes fiordos, pasando un frío indescriptible.
En Argentina, la victoria de un pueblo sobre la opresora voluntad de las mineras y el gobierno de la provincia de Neuquén. El pueblo de Loncopué consiguió legalmente convocar un referéndum y ganarlo para evitar el desplazamiento de la población mapuche de su territorio.
Otra no tan reciente, en Israel. En Jerusalém, los judíos ortodoxos rezando en el Muro de las Lamentaciones, muro que además los separa de la hermosa Mezquita de Al Aqsa, templo sagrado para los árabes, el tercer lugar más sagrado del islam. Y en Hebrón la guerra se ve en cada calle, en cada cruce. Barrios en guerra, niños en guerra y templos partidos por la mitad. Es increíble darse cuenta de que muchas de las cosas que separan a judíos y palestinos, son las mismas que si quisieran, podrían unirles.
¿A qué época histórica te irías de viaje?
César: a Jerusalém en la época de Jesucristo, seguro que estando allí descubriría el origen de muchas cosas y comprendería mejor qué le pasa hoy al mundo.
Esther y César: Quizás si hubiera tenido que responder a esta pregunta en otro momento de mi vida hubiera respondido otra cosa. Hoy me encantaría vivir la época de la conquista española de Latinoamérica.
¿Hay alguna cultura que te haya impactado o haya cambiado tu forma de pensar?
Siempre que se viaja a otros países con una cultura diferente hay que hacerlo con los ojos bien abiertos y las orejas dispuestas a escuchar. Si esto se hace es inevitable que la cultura te impacte o cambie algunos aspectos de tu pensamiento. Pensamos que lo grandioso de los viajes es precisamente esto, dejarse llevar por otras concepciones del mundo.
César: Me impresionó la cultura japonesa, tan diferente a la nuestra, basada en el absoluto respeto al prójimo.
Esther: En mi caso, realicé un viaje a Kenia como vacacionera en un proyecto solidario para la ONGD Afrikable, en Lamu, que me hizo pensar mucho. África es un continente sorprendente al que le debo dedicar aún mucho tiempo, pero esta primera incursión fue reveladora. Aún trato de practicar en mi día a día las dos máximas swahilis; pole pole (despacio) y hakuna matata (no hay problema). La vida es infinitamente más sencilla si no olvidamos estas sabias palabras.