
Entrevista a Andrés Millán del blog Aquinomequedo.com : “Quiero aprovechar mi juventud, energía y pasión para superar mis propias metas”
Hoy visita nuestra web, Andrés Millán, blogger de viaje y creador del blog aquinomequedo.com al que vamos a dejar presentarse con sus propias palabras… “Respecto a mí soy una persona que ya desde pequeño me entusiasmé por viajar, sobre todo por los programas de “Españoles en el Mundo” o “Callejeros Viajeros” ¡si los veía por las noches no me podía dormir! Tanto por ver…Tanta gente que tiene una vida distinta a la que nos dicen en la escuela…Es posible cumplir nuestros sueños, ¡y no tenemos más que desearlo de corazón! Sólo se vive una vez, cualquier día podemos enfermar, morir… por eso quiero aprovechar esta energía que nunca se sabe hasta cuando puede durar y exprimirla al máximo. Si me muriese mañana querría hacerlo con la conciencia tranquila y sabiendo que he aprovechado el regalo de la vida al máximo.”
¿Te consideras viajero o turista? ¿Por qué?
Me parece que la vida es más intensa como viajero, y eso saca lo mejor de mí; Aprendo a vivir con lo poco que tenga en mis viajes, agradezco todo cuanto consigo y aprendo a valorar más cosas que antes daba por hecho. Además no tengo novia, hijos ni un trabajo de responsabilidad que me atrapen a nada, por lo que quiero aprovechar mi juventud, energía y pasión para superar mis propias metas.
¿Cómo sueles organizar tus viajes? ¿Internet, en destino, a través de blogs …etc.?
Es Internet el medio que utilizo para organizar mis viajes. En lo que concierne a alojamiento y transporte me dirijo a páginas web, al igual que con el transporte, aunque hay ocasiones en las que es más rápido acudir a la propia estación e informarse (como en Polonia o Israel, donde había compañías cuya web sólo estaba en su idioma propio). Sin embargo, para planificar las rutas o destinos acudo a blogs o foros, que son de gran utilidad para hacerme una verdadera idea del sitio a donde voy.
¿Cuál es el objeto sin el cual no puedes viajar?
Nada más que mi mochila y mi documentación; cuanto menos lleve en mi mochila más cómodo voy yo. Soy consciente de que en cualquier viaje pueden robarme o perder algo por mi cuenta, por lo que prefiero no apegarme a las cosas materiales. Esto se convierte en una liberación que me permite disfrutar más de todo cuanto se me ofrece.
¿Cuál es la anécdota más curiosa que te ha ocurrido en un viaje?
Tras perderme la primera noche en Israel, pasar la peor noche de mi vida detrás de un arbusto de las calles de Haifa (debería haber dormido por couchsurfing en Tel Aviv) y olvidar mi chaqueta en un taxi, nos comunican por e-mail que nuestro hostal de los 3 días siguientes en Jerusalén estaba en overbooking, pues nos encontrábamos en Semana Santa en plena Tierra Santa. Creyendo que nos iba a tocar dormir de nuevo en las calles, intentamos contactar con la compañía de alojamiento para ver qué alternativas se nos ofrecían. Finalmente, tras mucho insistir conseguimos uno de los mejores hoteles de la ciudad, de 4 estrellas, desayuno buffet como Dios manda y una vista panorámica inigualable de toda Jerusalén.
¿Has conocido a algún amigo de toda la vida en alguno de tus viajes? ¿Y has coincidido con algún viajero interesante del que no has sabido mucho más una vez terminado el viaje?
En mi viaje a Bergen, un pueblo situado en la parte más meridional de los Fiordos Noruegos. Era mi primera experiencia couchsurfing, que es una página a través de la cual la gente ofrece su casa a viajeros sin ofrecer nada a cambio. Esperando una casa de lo más normal resultó ser una mansión con más de 10 habitaciones, sala de cine, jardín, sala de billar… Aquí un solo chico nos acogió a varios viajeros, sin conocernos de nada. Hubo un inglés que se iba al día siguiente con su bici hacia Helsinki, Finlandia, un abogado brasileño que lo dejó todo por ver el mundo y Rafa, un portugués de 22 años que había llegado hasta Noruega desde Lisboa en autostop. Me impactó tanto su vitalidad y la aventura que estaba llevando a cabo que entablamos una gran amistad. Tanto es así que en su paso por Polonia (de camino a Turquía) le ofrecí mi casa de Cracovia y pudimos podernos al corriente de todo. Con 22 años ya había visto media Europa o países como Tailandia, Sri Lanka, Australia, EEUU o Canadá. En mi blog tengo un artículo dedicado de propio a él, con vídeo de HD incluido.
¿Qué tres puntos debe cumplir tu viaje perfecto?
En realidad, me contento hasta con un lápiz pero, si puedo elegir, estos serían los requisitos:
-El lugar de destino debe ser exótico e impactante
-Debe suponer un reto personal que me ofrezca un desafío que me cueste superar
–Una cultura y lenguaje distintos me ayudarían a no ceñirme sólo a las palabras sino también a gestos y emociones que son más fácil de expresar en caso de no hablar el mismo idioma
¿Cuál es el mejor viaje que has realizado en tu vida? ¿Y el peor?
Roma, París, Praga o Cracovia han sido ciudades inolvidables, rodeadas de belleza y buenos recuerdos. Sin embargo, elegiría Israel por todo lo que me pasó, las experiencias que tuve que vivir y la forma en que las afronté.Cuando viajo ya estoy disfrutando del mero hecho de visitar otras culturas, por lo que todo lo que pueda pasar después no son más que historias que contar a mis futuros hijos y nietos. Esta es la razón por la que no he tenido, ni espero tener ningún mal viaje.
¿Cuál es el mejor plato que has probado durante un viaje? ¿Y el peor?
Sin duda, debilidad a la hora de viajar no es la compra de souvenirs o imanes para la nevera, sino el turismo gastronómico. Me encanta ir a los restaurantes y pedir el plato más autóctono que tengan, sin preguntar siquiera por sus ingredientes o su sabor: “si tan popular es ese plato, será por algo”. Esta mentalidad me ha llevado a platos increíblemente sabrosos e imposibles de ver en otros lugares, como es la sopa húngara que probé en Budapest; con verduras, besamel y guarnición de varias especias y trocitos de mozzarella, que le otorgaban una textura parecida a la crema.
Pero esta mentalidad de probar cualquier cosa no siempre ha dado buenos resultados. En un restaurante de Cracovia, Polonia me trajeron un pan hueco, en cuyo interior había un revuelto de una especie de setas casi transparente que más bien parecían algas. De sabor amargo y sin nada más que acompañase el sabor tuve que, por primera vez en mi vida, dejar el plato prácticamente entero.
¿Cuál es tu próximo proyecto de viaje?
De momento me espera acabar el último año de la carrera, durante el cual espero trabajar al mismo tiempo para recuperar todo el dinero invertido en mis viajes, y ganar para los siguientes: he encontrado la posibilidad de estar un año como voluntario en la India, Filipinas o Nepal. Aún tengo que barajar las alternativas pero, lo que está claro es que dentro de un año vuelvo a salir de España, viviendo nuevas emociones, más intensas, exóticas y prometedoras que las anteriores.
¿Un libro y un disco que nos recomendarías para viajar?
Libros como los de Julio Verne me inspiraron de pequeño en la forma de ver los viajes pero, los “libros” a los que más me gusta recurrir en mis viajes son aquellos que me informan del país, de su pasado y su futuro, su cultura, sus tradiciones o sus costumbres.
Como artista recomendaría a Xavier Rudd, un compositor australiano cuyas canciones transmiten una paz y energía totalmente inspiradora.
¿Prefieres playa o montaña?
Para unas vacaciones cortas la playa, pues me da mayor tranquilidad. Sin embargo, para vivir una temporada creo que me decantaría más por la montaña, ya que sus paisajes me parecen más acogedores y llenos de vida que la playa, que al fin y al cabo, no es más que arena y agua.
¿Cuál es tu playa o costa preferida de España o Portugal para relajarte y olvidarte del estrés?
Al ser de Aragón siempre solía ir con mi familia a la Costa Dorada o la Costa Brava pero, tras hacer el Camino de Santiago del Norte, me enamoré de las playas de Cantabria: limpias, sin masificar, bien cuidadas y mucho más vírgenes que las levantinas.
¿Alguna escena imborrable que puedas referir?
De todos los países donde he estado procuro sacar una escena imborrable: como andar por las calles de Viena y sentirme como Mozart o visitar los fiordos noruegos y contemplar aquellos atardeceres que parecían nunca acabar mientras llenaban el horizonte de un espectáculo de luces y colores.
Aún así, podría destacar el de estas Navidades: Me encontraba en la Torre Eiffel observando París desde lo alto cuando me vino a la mente la única vez que había salido al extranjero con mi familia, precisamente a esa misma ciudad. Sin embargo, en esta ocasión era 13 años mayor, tenía barba, estaba solo y había conseguido llegar allí por mi propia cuenta, con una de las ciudades más bonitas del mundo a mis pies.
¿A qué época histórica te irías de viaje?
A la España del siglo XVI, con la que abrimos paso a la Edad Moderna para todo el mundo; llena de colonias en todos los continentes, riquezas, piratas, oro, nuevas formas de pensar o expresiones artísticas.
¿Hay alguna cultura que te haya impactado o haya cambiado tu forma de pensar?
Israel es el único país que he visitado fuera de Europa, lo cual supuso un mayor choque cultural para mi persona. Pero Polonia, sin salir del continente, también fue bastante impactante, pues pertenecía a una cultura que desconocía; la eslava. En ésta demuestran tener un gran respeto por sus tradiciones además de por sus gentes que, a pesar de esos aires introvertidos, acaban siendo personas llenas de vitalidad, energía, simpatía y educación.