
¡Se acercan los Sanfermines!

El día 7 de julio empiezan las fiestas más internacionales de España : los Sanfermines. Desde que Hemingway exportará este acontecimiento más allá de nuestras fronteras, su fama y la afluencia de “corredores” no ha dejado de aumentar.
Para disfrutar de los Sanfermines hay varias opciones, ser formal, dejar de beber pronto para apuntarse al encierro y correr delante de los toros después de haber entonado los 3 cánticos a San Fermín o dedicarse a estar bebido de noche y de día, lo que suelen hacer la mayoría de la gente, sobre todo los más jóvenes.
Como yo no bebo, ¡sí, sí de esos aún existimos algunos! lo que me gusta es disfrutar del encierro, después ir a desayunar chocolate con churros, al final de la mañana irme de tapas y después almorzar en un buen restaurante y apuntarme a la corrida de toros que merece, por sí sola, una visita a Pamplona. ¡Ya sé que el colesterol también mata pero lo hace más lentamente que el alcohol o una cornada!
Tapear por Pamplona es un auténtico gusto así que cualquier sitio puede ser bueno aunque yo os aconsejo los bares situados en las calles del encierro porque es donde más ambiente hay, como el Bodegón Sarria y Chez Evaristo en la calle Estafeta o El Mentidero en la calle Mercaderes.
Para comer me gusta mucho “El Merca’o” situado en la calle Tafalla, dentro del propio Mercado del Ensanche, que ofrece una comida muy cuidada en un entorno muy acogedor desde donde se pueden ver los puestos del mercado.¡ Su torrija caramelizada es absolutamente insuperable! Otro lugar muy apropiado para ir a comer en estas fiestas es el Casino Principal, una institución de la ciudad. Situado en la plaza del Castillo, esta Sociedad cumple las funciones de restaurante, de sociedad gastronómica con cocina colectiva, sala de espectáculo para orquestas y lugar de excepción para bailar el famoso Baile de la Alpargata. También merece la pena asomarse a su estupendo balcón que domina la plaza y desde el que se comprueba que en Sanfermines, Pamplona nunca duerme…
Y para rematar la faena os recomiendo ir a ver una corrida de toros : es una experiencia delirante… Quizás no sea un espectáculo recomendable para los auténticos aficionados a este arte pero para todos los demás es una forma única de ver una corrida. Las numerosas peñas de Pamplona se reunen en las gradas de sol (¡es increíble que no les dé una lipotemia colectiva!) y se dedican a bailar, cantar, tirar comida a diestro y siniestro a veces de espaldas al ruedo durante toda la corrida… Sus orquestas tocan sin parar un solo segundo, tanto que yo pensaba que la plaza de toros no tenía músicos propios… Sé de algunos toreros a los que no les gusta nada torear en Pamplona pero es que aquí, hay que reconocerlo, la fiesta está en las gradas no en el ruedo. Siempre se conoce a gente de otros países, franceses, japoneses, americanos… gente que se anima con todo hasta comer callos o probar chipirones en su tinta de personas que no conocen, en el mismo tupperware y compartiendo cuchara… ¡Al final de la corrida somos todos íntimos amigos!
Y después de la corrida, ¡nada mejor que seguir disfrutando del ambiente hasta que aguante el cuerpo!