
Los 7 museos más raros del mundo
Ya tenemos claro que nos gusta viajar y espero que mis modestos post os ayuden en alguna ocasión para escoger las mejores opciones de destino y visitas, en esta ocasión, sin embargo, vamos a alejarnos un poco de lo imprescindible y os voy a hablar de 7 museos raros, raros, raros… Aunque ya cité algunos muy pintorescos en París, en este caso no acercaremos un poco más a la zona friki para empezar el año rompiendo moldes. Aquí va mi selección!
Empezaremos con el “Dog Collar Museum de Leeds” (Gran Bretaña) que reúne más de 130 collares de perro! La exposición enseña la evolución de la moda canina (por lo menos en términos de collares!) en los últimos 500 años, desde los más anchos y hechos de metales para perros de ataque hasta piezas de auténtica alta costura para perros con amos distinguidos y … adinerados. Aunque está colección reunida con mimo por la propietaria del museo en honor a su marido, un reconocido medievalista, no os llame mucho… merece la pena conocer el Castillo que la acoge. El Castillo de Leeds en la región de Kent es uno de los castillos más bonitos de Inglaterra y además de esta curiosa colección, sorprenderá al visitante con exhibiciones de cetrería, una zona para niños con aspiraciones a ser caballeros medievales e incluso un recorrido entre árboles con puentes suspendidos, cuerdas… etc…

En nuestro próximo viaje a Japón quizás podamos reservar unas horas para visitar el “Cup Noodles Museum” de Yokohama, efectivamente es un museo dedicado a las sopas instantáneas de fideos! Puede parecer una idea curiosa pero no olvidemos que estamos en Japón y los nipones suelen ser muy vanguardistas en cuanto a moda, decoración… y por lo visto museos! Si visitáis el museo ya no tendrán secreto para vosotros las sopas instantáneas de fideos inventadas por Momofuku Ando en 1958 : el plato favorito de los vagos o alérgicos a las cocina “de verdad”. El museo es toda una experiencia porqué es interactivo por lo que los visitantes pueden cocinar y crear su propia sopa con “noodles” de todo tipo.

El siguiente museo es realmente muy extraño y está en Zagreb (Croacia), el “Museo de las relaciones rotas” ¿Y que enseña? me preguntarais con toda razón ya que el nombre puede prestarse a muchas interpretaciones… Es un museo que recoge todos esos objetos que han quedado como testigos de una ruptura y que uno de los miembros de la pareja dejó atrás. Está idea nació de Olinska Vistica y Drazen Gubrizic que vieron fracasar su pareja y ante la imposibilidad de decidir quién se quedaría con los objetos acumulados a lo largo de su historia de amor decidieron exponerlas en un museo. Desde la idea inicial han recorriendo el mundo entero en busca de nuevas piezas para su colección y a menudo han organizado muestras itinerantes en París, San Francisco… para enseñar sus tesoros. Cada objeto cuenta una historia y ¿quién sabe? quizás dejarlo en un museo haya permitido en algún caso curar un poquito esa herida que siempre deja el amor cuando termina.

Berlín cuenta seguramente con una de las ofertas de museos más atractivas de Europa y como en la variedad está el gusto se ha superado y ofrece a sus visitantes el Deutsches Currywurst Museum, si si, habéis leído bien, un museo dedicado por entero a la famosa salchicha al curry. Está salchicha es el probablemente el plato emblema de la ciudad por lo que se merecía un museo para ella solita! Ese tipo de museos tienen que ser interactivo y el museo alemán no es la excepción a la regla : el visitante puede oler diferentes tipos de especies utilizadas en su confección, cocinar (virtualmente) uno de los snack favoritos de los berlineses o hacer de vendedor habtitual de Currywurst al sentarse en un camión típico de distribución. Aunque quizás una de las fotos favoritas, de adultos y niños, sea tumbado en el sofá en forma de salchicha mientras unas gotas de ketchup gigante están a punto de caer del techo… La cafetería del Museo ofrece, por supuesto, la posibilidad de probar algunas de las especialidades que el visitante ha aprendido a conocer mejor a lo largo de la visita.

Seguimos al norte Europa y nos vamos a Bélgica para visitar el “Museo de la Patata frita en Brujas“. Si la Currywurst es representativa de Berlín la patata frita es el plato estrella de la gastronomía belga : quién haya probado esas patatas crujientes por fuera y tiernas por dentro con el sabor inconfundible que le da la grasa de buey, no sabe lo que es una patata frita de verdad! Probarla en un puesto callejero acompañado con mejillones al vapor es tan imprescindible como probar el fish and chips en Londres… El edificio es muy céntrico, así que después de una visita por el precioso casco antiguo de Brujas (Patrimonio de la Humanidad desde el año 2.000) y sus edificios más emblemáticos vendría muy bien visitar este museo, didáctico, divertido y el lugar ideal para tomar un cucurucho de patatas en la bodega medieval antes de volver a emprender la marcha por las calles empedradas de la ciudad. Y si queréis ver el otro producto estrella de Bélgica nada como visitar también el Museo del chocolate : dejaremos la dieta para la vuelta a casa!

Ahora nos toca hablar de uno de los museos más pintorescos de la lista y está en España : el Museo de saleros y pimenteros. Puede resultar un poco curioso decidir un día coleccionar estos objetos a los que habitualmente no les prestamos ninguna atención en las mesas pero después de ver este museo sorprende la cantidad de piezas expuestas pero sobretodo la imaginación de los creadores de estas pequeñas obras de arte. Más de 20.000 están reunidas en este pequeño museo que se ha convertido en una de la atracción de la pequeña localidad de Castell de Guadalest en la Comunidad Valenciana a unos 60 km de Benidorm y desde aquí rendimos homenaje a la impulsora de este museo, Andrea Ludden, que ha sabido elevar a categoría de arte estos objetos tan cotidianos.

Museo de Saleros y Pimenteros – Castell de Guadalest (C. Valencia)
Y terminaremos esta vuelta de museos por el Icelandic Phallological Museum, un museo único en el mundo situado en Reyjavick, Islandia. Su particularidad radica en el hecho de reunir 282 órganos genitales de animales machos de más de 90 especies distintas… ¿A qué tipo de persona se le puede ocurrir una idea así? Francamente no lo sé! Lo que si os puedo decir es que en una entrevista reciente, el creador del museo, Sigurdur Hjartarson afirmaba estar buscando un espécimen humano para añadirlo a su colección. Si alguien quiere contribuir al avance de la ciencia de la Falología…

2 Replies to “Los 7 museos más raros del mundo”
Muy Interesante
Interesantísimo post, me ha llamado mucho la atención el Museo de las relaciones rotas. Enhorabuena por el blog!