
Las mejores playas de Menorca
Con este post nos vamos a quedar un poquito más cerca de casa, nos vamos a Menorca una isla tranquila donde disfrutar de unas playas excepcionales. Aunque la isla es muy pequeña y se puede recorrer casi andando con un poco de tiempo vamos a dividir las playas entre norte y sur porque cada zona tiene sus peculiaridades.
Empezaremos por el sur de la isla donde están las playas y calas más bellas de Menorca. Todas no son de fácil acceso lo que las hace no aptas para todos los públicos, sobre todo si se viaja con niños, pero así las tenéis en cuenta para años venideros. Os las voy a indicar de Oeste a Este así seguimos un poco el orden natural.

Cala Turqueta : es una media luna de arena de pequeñas dimensiones con aguas totalmente transparentes. La pendiente para llegar hasta ella es suave, tiene poco viento y algunos pinos para poder tumbarse a la sombra… un trocito de paraíso. Hay un parking de pago muy cerca pero es prácticamente lo único que encontrareis cerca así que preved picnic y bebidas ya que no se pueden comprar allí.

Cala Macarella y su hermana pequeña Cala Macarelleta : ambas calas están justo antes de llegar a Cala Galdana (probablemente la más conocida de la isla) y siempre figuran entre las calas más bellas de Menorca en cualquier publicaciones de turismo. Se accede andando unos 10 min desde Cala Galdana y aquí también nos espera un paisaje rocoso con pinos y aguas transparentes y poco profundas. ¡Lo ideal para ponerse moreno, darse un baño o hacer snorkel. En este caso también os recomiendo llevaros todo lo necesario para avituallar al personal porque no hay ni restaurantes ni chiringuitos muy cerca.

Cala Galdana : es una de la únicas playas “con cemento” de Menorca por ello tiene algo menos de interés paisajista pero por un lado es el punto de partida natural para explorar las calitas que están cerca y por otro lado es la playa con más servicios de la isla. Es cierto que hay más gente allí pero también ofrece la comodidad de poder alquilar motos de agua, barcos… y también de poder comer tranquilamente en cualquier chiringuito o restaurante muy cerca del arenal esta vez. ¡No hace falta ser previsor! Una buena opción si ya lleváis unos días en la isla y os apetece un plan de playa un poco más tradicional.

Cala Mitjana (y Cala Mitjaneta) : una de las playas más conocidas de la isla que ha sido elegida en varias ocasiones la playa más bella de España y como en el caso de las calas anteriores es un paraíso de arena blanca y aguas cristalinas. Se puede llegar hasta ella en coche, en bicicleta y andando (10 min en bici o 25 min andando). Es además una reserva natural de pájaros pero se puede llevar picnic con la condición de no dejar absolutamente nada de basura ya que es una espacio protegido. ¡Aunque sinceramente creo que tendría que ser condición obligatoria en cualquier tipo sitio donde tenga lugar un picnic!

Binigaus : cerca de la zona residencial de Santo Tomás, esta cala presenta más o menos las mismas características que Cala Galdana, más urbanística que las demás y algo menos bonita quizás pero interesante si un día os apetece estar menos aislados y disfrutar de más chiringuitos y restaurantes.
Después de nuestra vuelta por el Sur de la isla nos vamos al norte que también tiene mucho encanto :

Cala Pregonda : ha sido elegida este año como una de las mejores playas de Europa. El contraste entre el color naranja de las rocas y de la arena de la playa y azul casi traslúcido del mar es realmente impactante. Eso si, hay que tener en cuenta que al estar al norte de la isla recibe mucho más viento lo que la hace ideal para practicar surf y otro deportes náuticos pero quizás menos apetecible para disfrutar de una tarde al sol… se llega hasta ella después de 20 min andando por un caminito de cabras lo que también habrá que tener en cuenta a la hora de ir con niños. Pero si queréis disfrutar de una playa excepcional merece la pena ir con un picnic y disfrutar del día, aquí también se respeta el estado semi virgen de la cala y no hay ni chiringuitos ni restaurantes cerca.
Arenal d’en Castell : Considerada una de las mejores playas del norte de la isla es además de fácil acceso y cerca de una zona hotelera. Suele tener bastante afluencia pero sus grandes dimensiones permiten generalmente encontrar un lugar cómodo para extender la toalla y cuenta con una amplia variedad de bares y restaurantes. Eso sí, como suele pasar en casi toda la costa norte el viento puede ser fuerte lo que hay que tener en cuenta a la hora de bañarse y más aún si se va con niños.

Cala Algaiarens : formada por la playas de Els Bots y es Tancats en el corazón de los montes de la Vall es también una zona protegida. Bastante frecuentada, de fácil acceso y además vigilada. Arena gris y aguas turquesas contrastan con el intenso verde de la vegetación… un oasis en medio de la nada sin restaurantes ni chiringuitos así que preparad también aguas y bocadillos si queréis estar un buen rato.

Y terminamos con la Cala Cavalleria : es espectacular con unos acantilados de casi 80 metros que acaban en el mar, se puede pasear hasta un belvedere desde el que se puede apreciar una vista panorámica sobre la playa y el mar. Aquí la arena es dorada y el agua de un verde profundo, es el paraíso de los bañistas y también de los naturistas. Tampoco dispone de ningún servicio turístico.
¡Pero no solo de playas vive el hombre!

Ya morenitos y descansados podemos ir a dar una vuelta por Mahón y descansar un poco… ¡de tanta vagancia en la playa! Para empezar la visita se puede aparcar en el mismo puerto o sino aparcar en la parte alta de la ciudad y coger después un ascensor que lleva directamente al puerto. Según donde dejéis el coche también por Ses Voltes por unas escaleras que también llevan al puerto. De hecho si os animáis podéis seguir la ruta de los miradores y ver la ciudad desde arriba. El Puerto de Mahón es el más grande de las islas Baleares así que además de conocerlo andando es posible desde allí dar un paseo en barco. El primero suele salir desde las 10h de la mañana y luego cada 30 min con un ruta que permite ver las dos orillas del puerto y varios lugares emblemáticos de la isla como la Isla del Rey, el Lazareto o la Mola y el paseo dura alrededor de una hora. Al terminar el paseo en barco podemos visitar la Distileria Xoriguer, son 5 min andando, y allí se puede probar la ginebra más famosa de la isla además de otros distilados de la misma marca. ¿Y por que no probar también una pommada? detrás de ese nombre se esconde un combinado muy apreciado en Menorca : ¡Ginebra con Fanta Limón!
Si no sois de paseos en barco también podéis seguir el llamado camino de la Ribera y conocer andando el entorno del puerto desde la Cal Figuera hasta la Fortaleza de la Mola.

De vuelta a las escaleras de Ses Voltes para descubrir esta vez el centro de la ciudad. Además de seguir el itinerario aconsejado os aconsejo aprovechar para hacer alguna compra, si os apetecen algunos dulces típicos en Can a Maru, Es Llonguet o Sucreria Valles. Y para paladares más salados tienen muy buenos productos en Es Celleret y Sa Ventana Gourmet.
Y ya que estamos en el tema comidas, os recomiendo dos sitios simpáticos para saborear cocina de la isla. El primero está cerca de la plaza de la Conquesta (detrás de la iglesia Santa María) y además de disfrutar desde allí de unas estupendas vistas al puerto se puede ir al Claustro , un antiguo claustro de verdad, para probar productos traídos directamente por productores locales a menudo aderezados con conciertos y música en vivo.
Y otro lugar perfecto para comer sería el Mercat de Peix que se divide en 2 partes : el mercado propiamente dicho con venta tradicional de pescado y otra parte dedicada a la gastronomía con locales para tomar tapas, platos de pescado y también probar cervezas y vinos de la zona.

Y ya que estamos hablando de turismo urbano, otra ciudad para perderse un rato es Ciutadella. Si estáis por las playas de Cala Turqueta o Macarella podéis aprovechar para coger el coche, aparcar en Es Born, frente al ayuntamiento y empezar desde allí vuestra visita.
Justo detrás del ayuntamiento, hay un mirador desde el que se tiene una vista espectacular del puerto y desde allí seguir paseando y disfrutar de los palacios de la parte antigua de la ciudad : Olivar, Squella, Saura Martorell y llegar hasta la catedral Santa María. En la plaza de la catedral está una de las mejores heladerías de la ciudad Sa Gelateria, ¡una parada dulce nunca viene mal!
Seguimos callejeando por el casco viejo pasando por el convento de Santa Clara, el Claustro de San Agustin, el espacio cultural del Roser o el minúsculo mercado de pescados de la plaça de la Llibertat. Y en la propia plaza podemos aprovechar para descansar otro rato en la terraza del bar Sa Bona Birra que, como su nombre indica, ofrece a sus clientes un amplia gama de cervezas, casi todas artesanas.

Seguimos de placeres gastronómicos y podemos aprovechar para visitar Es Celleret de Cas Comte o El Paladar y para placeres más dulces, en la Bomboneria Moll o el Diamante nos esperan con la mejores especialidades menorquinas como el rubiol, la formatjada o el pastisset.
Y si está cerca la hora de la comida podéis probar un concepto diferente en el S’aguait donde os cocinaran los pescados que hayáis comprado en el mercado. También es un restaurante sencillo donde comer buenas paellas si no os apetece llegar con vuestros manjares debajo del brazo. ¡Faltaría más!
Y para terminar el día de forma original, acercaos hasta Lithica, una antigua cantera hoy ya en desuso, para perderos entre laberintos de piedras, puede ser una opción interesante para los niños cuando se aburran de estar en la playa.
Después, dirección Cala Morell para andar entre las tumbas de la Necrópolis de Cala Morell (entrada libre) que representa un testimonio muy curioso del pasado de la isla y además se puede terminar con un chapuzón en un pequeña cala que está muy cerca o incluso acercarse desde allí a la playa de la Vall/Algaraiens si no habéis estado ya.
Puesta de sol desde Punta Nati – Menorca – EspañaY para terminar el día con una nota álgida, nada mejor que admirar el atardecer desde el faro de la Punta Nati. Da la sensación de estar en el fin del mundo con su paisaje de secano y su muros de piedra menorquina.. Se puede llevar un picnic y ver el sol desaparecer poco a poco en el horizonte… la ruta para llegar además es preciosa aunque estrecha así que con cuidado.
Bueno, creo que ya tenemos con qué llenar parte de nuestro viaje a la isla pero si tenéis sugerencias ¡estaré encantada de leerlas!