
5 museos insólitos en París
Voy a dedicarles este post a todos los que aman París tanto como yo pero que, además han ido varias veces, lo conocen y les apetece descubrir algunos lugares menos visitados pero sin embargo muy curiosos y en muchos casos dignos de un visita. Así que animaros a visitar de nuevo la Ciudad de las Luces y reservaros unos cuantos días para descubrir una cara inédita de la capital. Después de alojaros en algunos de vuestros apartamentos favoritos en Le Marais o el Barrio Latino con All Paris apartments, ya podéis adentraros en los Misterios de París…
Empezaremos con un museo muy atractivo, el Musée des Arts Forains (Museo de los Feriantes), situado en una antigua lonja de vinos diseñada por un antiguo alumno de Gustave Eiffel. Este museo ofrece una colección muy completa de objetos que se suelen ver en ferias como tiovivos del siglo pasado, órganos, marionetas antiguas… así como decorados de teatro y atrezzo utilizado en el “music hall” del siglo XIX en París. Las diferentes salas parecen sacadas de un cuadro de Toulouse Lautrec ¡y uno se espera que en cualquier momento puedan aparecer unas bailarinas de french-cancan!. Es un museo muy curioso que hace renacer una época ya olvidada y permite recuperar un poco el niño que todos llevamos dentro.
Otra visita muy curiosa que os recomiendo es la del Musée des Égouts de Paris (Museo del Alcantarillado de París), ya sé que suena un poco raro pero de verdad que es experiencia que merece la pena. ¡Además es una ocasión de sentirse como Jean Valjean salvando a Marius en Los Miserables de Victor Hugo! No es un museo propiamente dicho, en realidad es un recorrido entre dos colectores que permite tener una pequeña idea de la inmensa red subterránea que existe bajo los pies de los parisinos. Es muy extraño visitar este París bajo tierra donde cada calle, avenida y rotonda de la superficie está reproducida. Es el mayor y más complejo alcantarillado de Europa y se hace parte del recorrido andando y la otra parte en barca. Para visitar París de otra manera y si además vais con niños seguro que les parece bastante más entretenido que ver cuadros…
Ahora nos vamos a un museo no apto para menores, el Museo del Erotismo. Esta situado en pleno Barrio de Pigalle, conocido desde hace tiempos inmemoriales por ser el barrio de los cabarets, salas de espectáculo y zona de paseo de señoritas de dudosa reputación… Hoy en día es un barrio muy turístico que vive de su antigua fama y donde siguen estando los cabarets más conocidos de la capital como Les Trois Baudets, l’Elysées Montmartre y el más famoso de todos sin duda, Le Moulin Rouge. Este museo tiene siete pisos y una parte acoge expocisiones de arte temporales y otras permanentes como “El erotismo en el arte sacro”, “Una exposición sobre los prostíbulos de París” que existieron hasta el año 1946 o “Arte contemporaneo y erotismo”. Es una visita curiosa que además no os quitara nada de tiempo para visitas más “ortodoxas” ya que está abierto hasta las 2 de la mañana…
Vamos a seguir nuestros pasos con un museo apto para todas las edades, le Musée de la Magie (Museo de la Magia). Esta situado en uno de los barrios más bonitos de París, el Barrio del Marais, con la espectacular Place des Vosges donde vivió durante años Victor Hugo. En el museo, podréis retroceder en el tiempo descubriendo objetos y accesorios que se usaban en la magia en siglos pasados, incluso os revelarán los secretos de algunos grandes trucos ya clásicos, ¡como el truco de la mujer partida en dos que yo creo que todos los magos tienen en su repertorio! . Además, a lo largo del día tienen lugar varios espectáculos de magia para mantener entretenidos a niños y mayores. Es una visita muy lúdida y muy agradable después de un agotador día de visitas…
Y para terminar nos dirigiremos al Musée du Vin (Museo del Vino) ¡curiosamente situado en la Calle de las Aguas!
Es un lugar atípico instalado en unas preciosas galerias del siglo XIV del antiguo Convento de Passy que sirvieron a almacenar vino ya en su origen. El museo conserva miles de objetos sobre el tema de la uva y del vino en un entorno que hace olvidar las calles de París y su ajetreo. La visita termina con varias degustaciones de vino para los amantes de Baco… Los que quieran alargar un poco la visita pueden aprovechar para probar el magnifico restaurante del museo situado en un preciosa sala capitular donde podrán seguir degustando vinos a la vez que saborean los mejores platos de la gastronomía gala. ¡Una visita muy completa!