A menudo hemos tenido ocasión de comentar el enorme beneficio intelectual, cultural y moral que aporta viajar por el mundo y disfrutar de otras culturas y formas de pensar. Esta semana no podía ser menos y lo haremos utilizando las palabras de un gran poeta y escritor francés Alphonse de Lamartine al que debemos algunas de las obras más reconocidas de la literatura gala.

Siempre que nos planteamos un viaje lo hacemos para cumplir un deseo, queremos conocer aquel país que tantas veces hemos visto en películas, esa ciudad que parece más un mito que una realidad por la sonoridad que ha adquirido su nombre, Venecia, Roma, Praga… ¿París es una ciudad o el punto de encuentro de los enamorados del mundo bajo las luces de sus monumentos? También nos dejamos guiar a menudo por lo que nos cuentan amigos y conocidos de los lugares que han visitado pero lo que queda claro es que siempre nos sentiremos atraídos por conocer otros horizontes y otras vidas y eso solo nos aportará beneficios y satisfacciones.